Mucho se habla sobre la conveniencia de las residencias de mayores, en su mayor parte de forma negativa. Somos un objetivo fácil, un mal necesario, "un almacén donde abandonar" a nuestros mayores despues de que ellos lo hayan dado todo por nosotros. Y las pocas personas que se atreven a defender la opcion de la residencia de mayores como una opcion positiva, de calidad de vida y entre todas la mejor opcion para acabar nuestros días, son atacados sin piedad. De hecho, son pocos los que se atreven. Nos defendemos en voz bajita, a ver si a alguien no le parece mal que creamos en nuestro trabajo y en el servicio que ofrecemos a una parte de la sociedad que nos necesita.
Lo cierto es que no es una opinion popular pero las residencias de mayores distan ya mucho, muchísimo, de los antiguos asilos de ancianos. Las residencias de mayores actualmente no solo son centros dedicados y en su mayor parte diseñados para el mejor cuidado de las personas que van teniendo dificultades sensoriales sino que ofrecen una socializacion ideal para evitar la soledad en los ultimos años de las personas mayores y una atencion médica constante sin necesidad de bajar al centro de salud con las dificultades que esto puede conllevar para nuestros mayores.
Las residencias de mayores cuentan con personal cualificado y atencion médica continuada. El nivel de control por parte de las instituciones publicas es exhaustivo con inspecciones constantes donde se verifica que este personal goce de las cualificaciones exigidas y existiendo por parte de las residencias la obligacion de informar dichas cualificaciones cada vez que se realiza una contratacion. Se tiene acceso a médicos 24horas y atencion por parte de DUEs físico, lo cual es verdaderamente algo complicado con la crisis de escasez de personal sociosanitario que vivimos.
Los residentes establecen en las residencias circulos de amigos con quienes comparten experiencias y situaciones generacionales identicas. Son "de la misma quinta" y esto hace que tengan mucho en comun. Las residencias son una magnifica solucion para luchar contra la crisis de "soledad en la persona mayor". La soledad y el aislamiento social en los adultos mayores son un riesgo grave de salud pública que afecta una cantidad significativa de personas poniendolas incluso incrementando el riesgo de presentar demencia y otras afecciones graves.
Un nuevo informe de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM) indica que más de una tercera parte de los adultos de 45 años o más se sienten solos, y se considera que casi una cuarta parte de los adultos de 65 años o más están socialmente aislados. Los adultos mayores están en mayor riesgo de soledad y aislamiento social porque es más probable que enfrenten factores como vivir solos, perder familiares o amigos, tener enfermedades crónicas y pérdida auditiva.
La soledad significa sentirse solo independientemente de la cantidad de contactos sociales. El aislamiento social es la falta de conexiones sociales. El aislamiento social puede causar soledad en algunas personas, mientras que otras pueden sentirse solas sin estar socialmente aisladas. Las residencias son una solucion imprescindible para evitar esta afeccion tan importante y con consecuencias catastroficas.
Solo estos dos beneficios ya justifican plenamente una modernizacion de las percepciones y opiniones sobre estos centros en los que cientos de profesionales prestan sus servicios para dotar de una mejor calidad de vida a las personas mayores con las que conviven hasta el fin de sus dias.