Los comienzos siempre son duros , ya seamos niños, adolescentes , adultos o personas mayores. Es normal que al llegar a la residencia en sus primeros días tengan un sentimiento de abandono, ni mucho menos estoy diciendo que sean abandonados, pero sí que ellos lo sientan así, no dejan de ser personas que han tenido su vida , su casa, sus negocios, su economía y de repente pasan a verse en un sitio que no conocen con espacios grandísimos, pasillos larguísimos y gente totalmente desconocida para ellos. Pasan a reducir su casa, sus espacios y su organización a una habitación en su gran mayoría compartida, donde solo hay espacio para su ropa y sus objetos personales más significativos.
Empiezan una vida diferente donde es muy importante que nos vayan conociendo y cada día, paso a paso se vayan acostumbrando a su nueva rutina, de levantarse, desayunar, desarrollar alguna actividad de la residencia, comer, siesta ( si quiere) y de esta manera se vaya integrando con sus compañeros de habitación, de mesa , de juegos…
Depende de cada residente el tiempo que tarda en aclimatarse a su nueva situación . Yo diría que la primera semana es la más dura, pero normalmente a partir de aquí ya les ha dado tiempo a conocernos y ya no tienen ese miedo inicial con el que llegaron.
En este momento inicial es importante que empaticemos ambas partes. Ellos todavía no tienen esa confianza con nosotros y nosotros todavía no sabemos sus necesidades, gustos o manías que nos llevan a tener una buena sintonía con ellos.
Es importante que se sientan lo más cómodos posible ya que si necesitan ayuda para sus actividades básicas de la vida diaria es normal que sientan vergüenza a la hora de la ducha, de ir al baño etc. En este justo e importante momento es donde más hay que empatizar con ellos y darles su tiempo y espacio para que ellos vayan cogiendo confianza y pasemos a ser una de las personas con la que de ahora en adelante tengan esa confianza y tranquilidad que les ayudara en su día a día a realizar las AVDs que ellos solo no pueden realizar.
No todos hacemos las cosas en el mismo tiempo o espacio que el resto , porque vamos a pedírselo a ellos que ya han hecho todo lo que tenían que hacer en su vida…
Raquel Domínguez